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Grandes Amaestradores de Psiquiatras

Pero nada de nada

Pero nada de nada
Primero la frente se te marchita, después se te va resecando y oscureciendo y, al final, se te desprende de la cara y el viento juega con ella de la misma manera que con las hojas secas en otoño.
El viento, digo, porque la vida es un soplo.
Para entonces, las nieves del tiempo ya habrán plateado tu sien, se te habrán derretido las nieves y se te habrá derrumbado la sien.
La sien, digo, porque veinte años no es nada, pero nada de nada.
Crees que adivinas el parpadeo de unas luces concretas que, a lo lejos, van marcando tu retorno.
Pero te engañas: no son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos... lo que sea.
Aquéllas se apagaron hace tiempo.
Cuántas, pero cuántas horas de dolor habrás pasado desde entonces oculto en la oscuridad.
Cuántas, pero cuántas noches pobladas de recuerdos habrán encadenando desde entonces tu soñar.
Y vuelves con la mirada febril, con más fiebre que mirada.
Prefieres no mirar: prefieres adivinar el parpadeo.
¿Qué luz amarillenta de neón estará alumbrando la quieta calle donde el eco dijo... eso?
Lo dijo, el eco, es cierto, ¡pero fue hace tanto tiempo!
Y además, por allí hoy pasa una autopista.
No siempre se vuelve al primer amor, bajo el parpadeo de unas estrellas que hay que adivinar, y que si su mirar es burlón es porque no te ven con tanta indiferencia como pareciera.
Por eso, no tienes miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con tu vida.
El olvido que todo destruye lo destruye todo, pero todo todo.
Toda la fortuna de tu corazón es una esperanza humilde que guardas escondida, bien escondida, muy bien escondida, tan bien escondida que se te ha olvidado dónde.
Volver (C. Gardel - A. Lepera), Carlos Gardel

2 comentarios

Bichi -

Muchos pero muchos muchos muchos besos de feliz cumple atrasado y de felices fiestas.
Tengo ganas de verlos.

Miguel Ruibal -

¿La vida es un tango mal bailado?