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Grandes Amaestradores de Psiquiatras

Una especie de edelweiss

Una especie de edelweiss

–Hola.

–¡Hola, Margarita! Una pregunta: ¿Qué clase de flor eres?

–Bella… alta… blanca…

–Una especie de edelweiss.

–¿Lo qué?

–Ha sido una maravillosa experiencia entreverte.

–«Entre-verte»… ¿qué es eso?

–Del verbo «entrever».

–Ah… sí… okay.

–…yo entreveo, tú entrevés…

–…nosotros entrevemos. ¿A qué te dedicas?

–¿En este momento o en general?

–En general.

–Más que nada, trabajo.

–¿En qué?

–En la industria editorial.

–Ah… qué bien.

–¿Quieres que te edite algo?

–¿Como qué?

–Un libro de poemas… una novela…

–En todo caso, ya te avisaría.

–Ve pensando. Y tú, ¿a qué te dedicas?

–Soy profesora de Arte.

–¡Qué profesión más armónica!

–No toco la armónica, pinto.

–Te editaremos una colección de grabados. ¿A qué altura pones el caballete?

–172 (que es mi altura).

–Bella, blanca, alta… mides dos centímetros más que yo.

–Es decir que eres gordo y bajito.

–No creas. ¿Conoces el David de Miguel Ángel?

–En foto.

–Yo soy algo así pero con los brazos más cortos.

–¡Oh, qué bello! ¿Eres un Adoni?

–Ése es mi hermano. Y además no soy tan bello.

–¿No?

–Te he dicho que «con los brazos más cortos». Mucho más cortos.

–¡Ufff!

–…cortísimos. Pero, eso sí: unas manos delicadas.

–Okay.

–No me des la razón como a los locos.

–Perdona… tienes razón.

–Bueno, Margarita, ha sido un placer entreverte… del verbo «entrever».

–Igualmente, Jorge Luis. Muy bello tu verbo.

–Que sigas siempre así de espigada.

–No creas, soy bastante ancha.

–Como Castilla.

–Pero alta y esbelta.

–Como Chile.

–Algo así.

1 comentario

margarita -

margarita te podemos encontrar en el estado merida - venesuela